En entrevista exclusiva con Antofagasta Futuro, Dayyana González, constituyente por la lista del pueblo para el Distrito 3 – Antofagasta, Calama, María Elena, Mejillones, Ollagüe, San Pedro De Atacama, Sierra Gorda, Taltal y Tocopilla- habló sobre el desarrollo urbano que se necesita en Antofagasta y al que los ciudadanos aspiran. Señaló que una solución importante a los problemas es que territorios realmente tengan incidencia directa en las decisiones políticas o en las decisiones que se toman de forma posterior a nivel público y privado.
1. ¿En qué zonas en su opinión cree que debería fomentarse el crecimiento en términos de desarrollo comunitario arquitectónico para genera un plan de control y generar una mejor calidad de vida?
Es complejo porque yo no habito Antofagasta, pero desde los encuentros con organizaciones, hay consenso en que se debe orientar a lo urgente y dar respuesta al derecho a la vivienda digna y la ciudad, derechos que buscan ser consagrados en la nueva constitución. Una de las grandes desventajas que presenta la comuna o la capital regional son sus características geográficas, al ser larga y angosta crece a lo largo y separa sectores, además resulta ser una ciudad clasista, donde la variable económica es preponderante para su distribución y organización que reproduce problemas sociales, que impiden el crecimiento comunitario.
En una audiencia pública también se abordó otra variable que infiere en el desarrollo comunitario y la calidad de vida, es importante analizar la presencia de la industria dentro de la ciudad en desmedro de la solución habitacional, esta actividad que perfectamente podría ser reubicada para potenciar en lo urbano la construcción de viviendas sociales que permitan garantizar a cientos de familias el derecho a la vivienda. No es posible que tengamos un número tan significativo de campamentos, que tengamos gente habitando en zonas de riesgo y que la industria tenga lugares privilegiados dentro de la ciudad que debiesen estar para las comunidades como La Chimba, por ejemplo, para poder llegar a ese lugar tuve que pagar 15 mil pesos en Uber, en micro me hubiera demorado el doble o el triple, desde esa perspectiva, se vulnera el derecho a la ciudad, al hábitat, al desplazamiento traduciéndose en menos tiempo con las familias por ejemplo. Las niñeces, ni la adolescencia pueden acceder a espacios públicos y de esparcimiento para garantizar el buen vivir y su pleno desarrollo.
¿Qué dirían vecinos y vecinas si contaran con espacio de participación vinculante en la toma de decisiones respecto a estas materias? En mi comuna no participamos en la planificación urbana, y eso genera que poblaciones como la Pacífico Norte, por ejemplo, se instalen a las afueras de la comuna. Por situaciones como estas y pensando en el proceso constituyente donde logramos ingresar, nos hemos abocado en la vivienda, para nosotros es una de las discusiones centrales, por ello junto a otros constituyentes y organizaciones que levantan esta demanda histórica hemos intentado responder esas preguntas ¿qué hacemos con las industrias, con los terrenos fiscales? Mandamos a las poblaciones lo más lejos posible porque no existe una prioridad en el uso del suelo, es importante pensar en generar bancos de suelo para permitir que la ciudad crezca en equidad, en igualdad y en dignidad para las familias y jamás en desmedro de sus habitantes que sabemos siguen en aumento por dinámicas sociales como la migración, por ser una región con alta producción extractivista producto de la minera y que además genera un alto crecimiento económico, que debiese traducirse en calidad de vida, pero no es así. En las periferias hay problemas de índole social; drogadicción, delincuencia, la marginalidad, que responde a la privación de derechos desde la infancia eso me parece necesario de abordar cuando hablamos de crecimiento en desarrollo comunitario, en este proceso estamos relevando sobre todo la participación, si las personas no tenemos la posibilidad de participar en decisiones tan importantes de manera vinculante el desarrollo seguirá siendo para pocos y en desmedro de la mayoría. La referencia está en Los Arenales, población que está dentro de la ciudad con un proyecto comunitario habitacional propio, si desde la institucionalidad el desarrollo o crecimiento se pensara y realizara en conjunto con estas voces valorando su experiencia, organización, trabajo colectivo y colaborativo para responder a la vivienda digna, sí sería posible avanzar efectivamente en este objetivo.
2. ¿Cómo calificaría la conectividad de la ciudad y cuáles son las zonas críticas que hoy necesitan mayor planificación en ámbitos de conectividad?
Primero comentar que no conozco el ritmo en el día a día, con rutinas laborales, educativas en la ciudad, ahora la visito frecuentemente, pero son tiempos bastante especiales, entiendo que resulta caótico transportarse en ciertas fechas y horarios sin este contexto COVID.
Según entiendo es el plan vial y el transporte público quienes deben responder a la conectividad y movilidad urbana y de seguro existe una propuesta, pero imagino la situación de trabajadores, trabajadoras que duermen y residen en el extremo norte, pero trabajan al centro o sur de la ciudad y que demorarán una hora o más en el traslado de la residencia al trabajo de seguro no piensa que la propuesta y decisiones en materias de planes viales y decisiones urbanísticas son eficientes precisamente porque pierden 2 o más horas de traslado diario y porque ese tiempo podría ser de descanso, y para la familia, probablemente pocos de ellos, ellas han participado en espacios de análisis sobre la situación.
Lo que requiere la planificación en esta y todas las materias son propuestas con enfoque territorial, de acuerdo con sus características geográficas, la dinámica social, y todas aquellas variables que podrían identificar sus habitantes, desde lo vivencial.
A pesar de que Antofagasta dentro de las ciudades de la región da respuesta a su conectividad, ¿sería muy alocado pensar en una red de metro estatal o avanzar en otras ideas? Aunque insisto no podría hacer ese análisis tan profundo, solo puedo posicionarme desde el relato testimonial que me han compartido; claramente hay dificultades en el traslado, las micros son eternas, hay tacos, el transporte te hace perder tiempo, y el tiempo es calidad de vida. Siento que Santiago es una ciudad de locos, y más adelantado que nosotros en tema de transporte, pero como no si la tributación de la industria instalada en nuestra región es precisamente quien financia aquello.
7. En relación al plan regulador comunal, que se retoma ahora en marzo en Antofagasta, ¿cuáles cree que deberían ser los tres pilares fundamentales al momento de trabajar con la comunidad?
La participación vinculante, una de las cosas más importantes. Que los territorios en verdad tengan incidencia directa en las decisiones políticas o en las decisiones que se toman de forma posterior, esa es la solución al problema. Tendríamos menos gente herida, eso podría mejorar una serie de cosas. Es importante que el plan regulador contemple mecanismos de democrática participativa y vinculante. Creo que esa es la única forma de poder considerar las problemáticas de quienes habitan la ciudad porque al final los expertos no habitan toda la ciudad y yo sé que hay gente muy competente que puede liderar proyectos hermosos, pero no basta con ir a preguntar una vez y decir este es mi proyecto de plan regulador, porque al final no responde a la realidad. También es importante que se haga con un paradigma ecológico para garantizar el buen vivir, no existe tampoco esta perspectiva de lo socio-ambiental, que contemple planes de descontaminación, problemáticas como el plomo, los índices de cáncer, yo creo que todo eso de cierta forma es atravesado por la regulación, por la planificación de una ciudad y el ordenamiento territorial hoy en día eso no es considerado, no existe una vinculación real entre problemáticas que pudiesen responderse.
8. ¿Dónde debiera potenciarse, en su opinión, el desarrollo de la actividad industrial en Antofagasta?
Escuché una reflexión de que tenía que ser hacia Mejillones, pero yo no estoy de acuerdo con eso. No es allá, no tenemos que devolverles a unos y quitarles a otros. Aparte que con lo golpeado que está Mejillones, es muy duro pensar en llevar la industria hacia allá. La Negra, no sé cuánto espacio tiene ese lugar, pero es un sitio industrial entiendo que ya está ocupado, me imagino algo así, no necesariamente la industria contaminante, por mí que la industria contaminante no exista, pero como no es posible debemos buscar espacios y buenas herramientas de fiscalización, quizás hay terrenos que podrían ser ocupados en ese espacio, pero cual sea la respuesta debe considerar la protección del o los ecosistemas sobre todo en aquella industria contaminante, ahí, se debe ser muy riguroso considerar altos estándares para el estudio de su impacto en el medio, pero lo que corresponde a otros rubros podrían ser ubicados en este sitio, que ya es industrial. No lo conozco bien, pero creo que tiene las dimensiones para desocupar la ciudad y devolvérsela a las personas.
9. ¿Con qué medida estratégica regularía el crecimiento del comercio de Antofagasta en los próximos 20 años?
Pienso que la respuesta igual está en estos espacios de información vinculante que podríamos generar. Al final, lo que molesta a algunos es que ocupan el espacio público y que eso facilita robos, que es inseguro, que se toman la calle y dificulta el paso, etc. Entonces como se entrega un terreno enorme para la construcción de un mall, es importante fortalecer, ferias rotativas, estas tienen el corazón de los pueblos. Me parece que es una responsabilidad del gobierno local, los municipios, cuando éste se compromete con el comercio, que también es una fuente de ingresos, trabajo, genera sustento en algunas familias.
10. ¿Cómo sueña Antofagasta en los próximos 20 años? ¿Cuáles cree que deberían ser los ejes de crecimiento de la ciudad?
Me la imagino con una solución habitacional, que espero en menos de 20 años se pueda materializar la iniciativa que vamos a ganar dentro de la Constitución, los invito a conocerla, está hecha con muchas organizaciones sociales, con muchas voluntades, la sueño con justicia restaurativa ambiental, con plan de descontaminación que seamos capaces de responder a esas familias que sufren cáncer, a esos niñes que crecieron con plomo, que se pueda responder en materia educacional, porque al final todo se traduce en esto, y eso significa que las infraestructuras de las escuelas, el acceso sea abierto. La gente pobre no elige dónde estudian sus hijos o hijas, mandan a sus hijos a la escuela que le queda más cerca del trabajo o la casa, la imagino con espacios seguros para las mujeres, con plazas y áreas verdes, donde la construcción de la planificación sea efectiva y participativa, con perspectiva feminista o de género. Me la imagino con esa seguridad que hoy no dan las ciudades a niñas, niños, mujeres y disidencias, es muy peligroso habitar y eso responde a los dolores; en 20 años, espero que esta Constitución se materialice, asumimos este desafío pensando en estar organizando, activando al menos 10 años en la calle para asegurarnos que todo lo que está escrito no sea letra muerta y se concrete y eso va a significar una ciudad menos contaminada, más justa, menos clasista, que incorpore a las disidencias, que respete a las mujeres, que respete la naturaleza y los seres sintientes.